Fuente: Fundación Ornitológica Txori
GUADALAJARA, JALISCO.- Después de realizar un viaje de tres semanas a lo largo del área de distribución original de pericos y guacamayas en tres estados del occidente de México, Anthony McCulloch, ornitólogo australiano experto en psitácidos y consultor científico del Comité de Fauna de la CITES, advirtió sobre una dramática alteración del hábitat de estas aves y una severa disminución de las poblaciones silvestres.
Durante una reunión con académicos y representantes de organismos conservacionistas efectuada en ésta ciudad, el doctor McCulloch explicó que comparativamente con el 2001, año en que él y su equipo realizaron el mismo recorrido por los estados de Colima, Jalisco y Nayarit, la situación actual es crítica, sobre todo en el caso de la guacamaya militar (Ara militaris), el loro cabeza amarilla (Amazona oratrix) y la cotorra serrana (Rhynchopsitta pachyrhyncha), especies que considera podrían desaparecer en poco tiempo de la región.
El ornitólogo pronosticó que de continuar la depredación de ecosistemas y el comercio ilegal de ejemplares silvestres, en menos de diez años desaparecerán todas las guacamayas en la costa norte de Jalisco. En cuanto al loro cabeza amarilla y la cotorra serrana, el experto es todavía más pesimista, ya que a diferencia del 2001 esta vez no logró contabilizar ningún ejemplar.
McCulloch dijo que hay poco tiempo y mucho qué hacer para rescatar a los psitácidos del occidente de México, por ello hizo un llamado para que los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y medios de comunicación encuentren una estrategia clara que permita llevar el mensaje de urgencia a las autoridades responsables de preservar la biodiversidad mexicana.
Por su parte, el ambientalista Víctor Busteros, director de Fundación Ornitológica Txori y anfitrión de la reunión, señaló que la mayor amenaza de las aves psitácidas radica en la deforestación, sobre todo de los bosques templados y las selvas costeras de la región. Indicó que en años recientes han proliferado proyectos turísticos y carreteros ambientalmente insostenibles, y las fronteras agrícola y urbana siguen avanzando sobre el cada vez más reducido hábitat de estos animales. Busteros también refirió que la falta de oportunidades económicas en las comunidades rurales y la siempre escasa vigilancia por parte de la autoridad ambiental propician que muchas personas recurran al comercio ilegal de ejemplares extraídos de la naturaleza, lo cual constituye otro grave problema que se suma a la pérdida de ecosistemas en los que habitan las aves en cuestión.
McCulloch explicó que los psitácidos son animales con hábitos de alimentación y reproducción muy especializados, lo que los obliga a depender de ecosistemas con características igualmente singulares. Por lo general viven en áreas de traslape florístico donde durante todo el año abundan frutos y semillas, su alimento. Asimismo necesitan de árboles o cañadas con oquedades apropiadas para que las parejas reproductoras puedan anidar. En ese sentido opinó que es urgente identificar y proteger esos reductos naturales, reforzar la vigilancia de los mismos y promover la investigación encaminada a generar la conservación de las últimas poblaciones silvestres en esta región del país.
Al término de la reunión, McCulloch anunció que Fundación Ornitológica Txori ha emprendido con éxito un programa de reproducción en cautiverio de guacamaya militar con el objetivo de reintroducir ejemplares a la naturaleza. El experto aplaudió la iniciativa de la pequeña organización conservacionista jalisciense, que en una etapa posterior planea adquirir un terreno en el cual pueda establecer un santuario que funcione como reserva de reintroducción. Y aunque reconoció que la tarea no será nada fácil, ya que para lograrlo será necesario conseguir muchos recursos, consideró que es un ejemplo a seguir y que bien vale la pena hacer el esfuerzo para preservar las aves y su hábitat.
De acuerdo al doctor McCulloch, en el occidente de México existen siete especies de aves psitácidas, tres de ellas endémicas; es decir, que sólo se les encuentra en México. En su opinión las siete especies están en riesgo de extinción:
1. Guacamaya militar (Ara militaris) / en peligro de extinción
2. Loro cabeza amarilla (Amazona oratrix) / en peligro de extinción
3. Cotorra serrana occidental (Rhynchopsitta pachyrhyncha) / especie endémica en peligro de extinción
4. Loro montañés (Amazona finschi) / especie endémica en peligro de extinción
5. Periquito atolero (Aratinga canicularis) / amenazada
6. Periquito azulado (Forpus cyanoygius) / especie endémica amenazada
7. Loro guayabero (Amazona albifrons) / amenazada
Más información en: http://www.txori.org/
Durante una reunión con académicos y representantes de organismos conservacionistas efectuada en ésta ciudad, el doctor McCulloch explicó que comparativamente con el 2001, año en que él y su equipo realizaron el mismo recorrido por los estados de Colima, Jalisco y Nayarit, la situación actual es crítica, sobre todo en el caso de la guacamaya militar (Ara militaris), el loro cabeza amarilla (Amazona oratrix) y la cotorra serrana (Rhynchopsitta pachyrhyncha), especies que considera podrían desaparecer en poco tiempo de la región.
El ornitólogo pronosticó que de continuar la depredación de ecosistemas y el comercio ilegal de ejemplares silvestres, en menos de diez años desaparecerán todas las guacamayas en la costa norte de Jalisco. En cuanto al loro cabeza amarilla y la cotorra serrana, el experto es todavía más pesimista, ya que a diferencia del 2001 esta vez no logró contabilizar ningún ejemplar.
McCulloch dijo que hay poco tiempo y mucho qué hacer para rescatar a los psitácidos del occidente de México, por ello hizo un llamado para que los ciudadanos, las organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y medios de comunicación encuentren una estrategia clara que permita llevar el mensaje de urgencia a las autoridades responsables de preservar la biodiversidad mexicana.
Por su parte, el ambientalista Víctor Busteros, director de Fundación Ornitológica Txori y anfitrión de la reunión, señaló que la mayor amenaza de las aves psitácidas radica en la deforestación, sobre todo de los bosques templados y las selvas costeras de la región. Indicó que en años recientes han proliferado proyectos turísticos y carreteros ambientalmente insostenibles, y las fronteras agrícola y urbana siguen avanzando sobre el cada vez más reducido hábitat de estos animales. Busteros también refirió que la falta de oportunidades económicas en las comunidades rurales y la siempre escasa vigilancia por parte de la autoridad ambiental propician que muchas personas recurran al comercio ilegal de ejemplares extraídos de la naturaleza, lo cual constituye otro grave problema que se suma a la pérdida de ecosistemas en los que habitan las aves en cuestión.
McCulloch explicó que los psitácidos son animales con hábitos de alimentación y reproducción muy especializados, lo que los obliga a depender de ecosistemas con características igualmente singulares. Por lo general viven en áreas de traslape florístico donde durante todo el año abundan frutos y semillas, su alimento. Asimismo necesitan de árboles o cañadas con oquedades apropiadas para que las parejas reproductoras puedan anidar. En ese sentido opinó que es urgente identificar y proteger esos reductos naturales, reforzar la vigilancia de los mismos y promover la investigación encaminada a generar la conservación de las últimas poblaciones silvestres en esta región del país.
Al término de la reunión, McCulloch anunció que Fundación Ornitológica Txori ha emprendido con éxito un programa de reproducción en cautiverio de guacamaya militar con el objetivo de reintroducir ejemplares a la naturaleza. El experto aplaudió la iniciativa de la pequeña organización conservacionista jalisciense, que en una etapa posterior planea adquirir un terreno en el cual pueda establecer un santuario que funcione como reserva de reintroducción. Y aunque reconoció que la tarea no será nada fácil, ya que para lograrlo será necesario conseguir muchos recursos, consideró que es un ejemplo a seguir y que bien vale la pena hacer el esfuerzo para preservar las aves y su hábitat.
De acuerdo al doctor McCulloch, en el occidente de México existen siete especies de aves psitácidas, tres de ellas endémicas; es decir, que sólo se les encuentra en México. En su opinión las siete especies están en riesgo de extinción:
1. Guacamaya militar (Ara militaris) / en peligro de extinción
2. Loro cabeza amarilla (Amazona oratrix) / en peligro de extinción
3. Cotorra serrana occidental (Rhynchopsitta pachyrhyncha) / especie endémica en peligro de extinción
4. Loro montañés (Amazona finschi) / especie endémica en peligro de extinción
5. Periquito atolero (Aratinga canicularis) / amenazada
6. Periquito azulado (Forpus cyanoygius) / especie endémica amenazada
7. Loro guayabero (Amazona albifrons) / amenazada
Más información en: http://www.txori.org/
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