Madeira, Portugal — La reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), terminó este jueves, un día antes de lo planeado, después de haber fracasado en lograr sus objetivos fundamentales: la modernización de la Comisión y asegurar el futuro de las ballenas, informó Greenpeace.
Después de 12 meses de pláticas, durante la cual la caza de ballenas y el comercio de carne de ballena crecen en espiral a niveles desconocidos desde hace años, todo lo que ha logrado la CBI son otros 12 meses para más pláticas, hasta que se realice la siguiente reunión en Agadir, Marruecos, en 2010.
"Existe una urgente necesidad de cambios fundamentales y evidentes, hay esperanza de que el próximo año el proceso no se quede en seco en la candente arena de Marruecos", dijo Sara Holden, coordinadora de la campaña internacional de ballenas de Greenpeace.
Entretanto, se deben muestras claras de buena fe, como la suspensión inmediata de la caza de ballenas”, añadió Holden. Un grupo “reducido” del ya existente pequeño grupo de trabajo se reunirá mañana para volver a empezar el proceso, mientras que otra reunión intercesional ya está en proceso, prevista para octubre en Santiago de Chile, la cuál es organizada por el recientemente elegido Presidente de la Comisión, embajador Christian Maquiera. (1)
“Los grupos de trabajo reducidos no significan necesariamente que sean mejores", advirtió Holden.
"La única miniaturización que cuenta es el número de ballenas muertas. Greenpeace insta al Embajador Maquiera a dar pasos de gigantes, necesarios para garantizar que la CBI se modernice para trabajar por las ballenas, no para los balleneros".
El gobierno japonés sigue siendo el enemigo número uno de las ballenas:
En la reunión fue presentado un documento por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en donde se demostró que Japón sigue siendo el país líder del mundo en la matanza de ballenas, a pesar de haber firmado la prohibición internacional contra la caza comercial de ballenas desde 1982.
El documento “Capturas por países miembros de la CBI en las temporadas 2008 y 2009” mostró que Japón ha matado 1,004 ballenas, de un total de 1,936, durante el período bajo el cual un vacío legal en las normas de la CBI ha permitido la cacería letal con fines “científicos”.
“El programa de cacería científica japonés es fraudulento, ya que continua siendo un camino similar a la de otros países que se negaron a firmar la moratoria de la CBI sobre la caza comercial de ballenas en 1982, como Noruega e Islandia”, dijo Sara Holden en Maderia para la reunión anual de la CBI.
Además, las cifras proporcionadas por Japón también muestran que casi un tercio de las ballenas arponeadas en el Antártico durante el verano estaba embarazadas, lo cuál es una burla de su programa “científico”. Incluso se reportó que 4 madres lactando habían sido cazadas, una práctica que está prohibida incluso bajo las arcaicas normas de la CBI que regulan la cacería comercial.
Ahora, casi no hay ninguna esperanza de un resultado positivo para las ballenas en la conferencia anual de este año y la culpa de este fracaso está firmemente emplazada en Japón. Japón se ha negado a mostrar buena fe continuando su programa de cacería de ballenas en el último año de las negociaciones.