Septiembre 7 de 2005
Por: Adela López / Editorial Econotas
Por: Adela López / Editorial Econotas
El Huracán "Katrina" que la semana pasada azotó tres Estados del sureste de la Unión Americana podría ser un trágico ejemplo de las predicciones científicas que relacionan al cambio climático global con el cada vez mayor poder destructivo de los ciclones tropicales.
Considerada por los meteorólogos la peor tormenta de la historia de los Estados Unidos, "Katrina" mató a miles de personas que no evacuaron poblaciones costeras en los Estados de Alabama, Mississippi y Luisiana.
Uno de los lugares más afectados fue la histórica ciudad de Nueva Orleáns, donde los vientos huracanados destruyeron casas, edificios e infraestructura urbana, pero además la copiosa lluvia y marejada que acompañaban al meteoro provocaron que un dique de la ciudad no resistiera y el 80 por ciento de la misma se inundó, incluyendo innumerables depósitos de combustibles y plantas químicas establecidas en las inmediaciones, las cuales liberaron enormes cantidades de sustancias tóxicas que contaminaron las aguas del Río Mississippi, Lago Pontchartrainy y Golfo de México.
Nueva Orleáns es sumamente vulnerable a este tipo de fenómenos ya que se encuentra ubicada en el delta pantanoso del Río Mississippi, 3 metros por debajo del nivel medio del mar; su única protección era un sistema de diques que falló y en consecuencia la mayor parte de la ciudad permanecerá durante semanas inmersa en un "caldo" compuesto de aguas pestilentes, combustibles, escombros y químicos tóxicos. Cabe mencionar que dicho sistema de diques contribuyó a desecar grandes extensiones de pantanos que paradójicamente hubieran sido una excelente barrera natural contra la marejada del huracán.
Aunado a lo anterior habrá que agregar daños ambientales ocasionados por incendios en industrias y comercios debido a fugas de gas y saqueos; así como derrames de instalaciones petroleras ubicadas mar adentro y en la costa del Golfo de México que fueron barridas por el poderoso huracán. Sin lugar a dudas, millones de personas sufrirán los efectos catastróficos de "Katrina".
Hasta ahora la administración de George W. Bush, subordinada a intereses de corporaciones petroleras, se ha negado reiteradamente a firmar el protocolo de Kyoto, mecanismo con el cual la comunidad internacional busca detener el cambio climático. El "Súper huracán Katrina" dejó una estela de lamentables pérdidas humanas, además de graves problemas ambientales, económicos, sociales y políticos que advierten no se debe menospreciar la amenaza del calentamiento global.
Considerada por los meteorólogos la peor tormenta de la historia de los Estados Unidos, "Katrina" mató a miles de personas que no evacuaron poblaciones costeras en los Estados de Alabama, Mississippi y Luisiana.
Uno de los lugares más afectados fue la histórica ciudad de Nueva Orleáns, donde los vientos huracanados destruyeron casas, edificios e infraestructura urbana, pero además la copiosa lluvia y marejada que acompañaban al meteoro provocaron que un dique de la ciudad no resistiera y el 80 por ciento de la misma se inundó, incluyendo innumerables depósitos de combustibles y plantas químicas establecidas en las inmediaciones, las cuales liberaron enormes cantidades de sustancias tóxicas que contaminaron las aguas del Río Mississippi, Lago Pontchartrainy y Golfo de México.
Nueva Orleáns es sumamente vulnerable a este tipo de fenómenos ya que se encuentra ubicada en el delta pantanoso del Río Mississippi, 3 metros por debajo del nivel medio del mar; su única protección era un sistema de diques que falló y en consecuencia la mayor parte de la ciudad permanecerá durante semanas inmersa en un "caldo" compuesto de aguas pestilentes, combustibles, escombros y químicos tóxicos. Cabe mencionar que dicho sistema de diques contribuyó a desecar grandes extensiones de pantanos que paradójicamente hubieran sido una excelente barrera natural contra la marejada del huracán.
Aunado a lo anterior habrá que agregar daños ambientales ocasionados por incendios en industrias y comercios debido a fugas de gas y saqueos; así como derrames de instalaciones petroleras ubicadas mar adentro y en la costa del Golfo de México que fueron barridas por el poderoso huracán. Sin lugar a dudas, millones de personas sufrirán los efectos catastróficos de "Katrina".
Hasta ahora la administración de George W. Bush, subordinada a intereses de corporaciones petroleras, se ha negado reiteradamente a firmar el protocolo de Kyoto, mecanismo con el cual la comunidad internacional busca detener el cambio climático. El "Súper huracán Katrina" dejó una estela de lamentables pérdidas humanas, además de graves problemas ambientales, económicos, sociales y políticos que advierten no se debe menospreciar la amenaza del calentamiento global.
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